Fábulas de Esopo

leon

Androcles y el león

  Un esclavo llamado Androcles tuvo la oportunidad de escapar un día y corrió hacia la foresta. Y mientras caminaba sin rumbo llegó a donde yacía un león, que gimiendo le suplicó: -Por favor te ruego que me ayudes, pues tropecé con un espino y una púa se me enterró en la garra y me tiene sangrando y adolorido. Androcles lo examinó y gentilmente extrajo la espina, lavó y curó la herida. El león lo invitó a su cueva donde compartía con él el alimento. Pero días después, Androcles y el león fueron encontrados por sus buscadores. Llevado Androcles al emperador fue condenado al redondel a luchar contra los leones. … Read more

ranas

Los jóvenes y las ranas

  Varios jóvenes, jugando cerca de un estanque, vieron un grupo de ranas en el agua y comenzaron a apedrearlas. Habían matado a varias, cuando una de las ranas, sacando su cabeza gritó: – Por favor, paren muchachos, que lo que es diversión para ustedes, es muerte y tristeza para nosotras. Antes de tomar una acción que creas te beneficia, ve primero que no perjudique a otros.   Varios jóvenes, jugando cerca de un estanque, vieron un grupo de ranas en el agua y comenzaron a apedrearlas. Habían matado a varias, cuando una de las ranas, sacando su cabeza gritó: – Por favor, paren muchachos, que lo que es diversión … Read more

escorpion

Fábula: El joven y el escorpión

    Un joven andaba cazando saltamontes. Ya había capturado un buen número cuando trató de tomar a un escorpión equivocadamente. Y el escorpión, mostrándole su ponzoña le dijo: – Si me hubieras tocado, me hubieras perdido, pero tú también a todos tus saltamontes. Cuando hayas hecho un capital con tu trabajo, cuida de no perderlo por tratar de tomar lo que no debes.

estatua

El mercader de estatuas

    Un hombre hizo una estatuilla de un Hermes en madera y la llevó a la plaza para su venta.   Como nadie llegaba a comprarla, se le ocurrió llamar la atención anunciando que vendía un dios que obsequiaba bondades y beneficios. Entonces uno de los curiosos le dijo:   – Oye, si tan bueno es, ¿por qué la vendes y no te aprovechas de su ayuda?   – Porque yo, contestó aquél- necesito la ayuda inmediatamente, y él nunca se apura en conceder sus beneficios.     Nunca dejes que el momentáneo interés material predomine sobre el espíritu.

dos hombres

Dos hombres disputando acerca de los dioses

    Se encontraban disputando dos hombres sobre cuál de los dioses, Hércules o Teseo era el más grande. Pero los dioses, irritados contra ellos, se vengaron cada uno en el país del otro.   Cuando los inferiores disputan sobre sus superiores, no tardarán éstos en reaccionar contra ellos.

dios zeus

Zeus y los hombres

    Zeus, después de modelar a los hombres, encargó a Hermes que les distribuyera la inteligencia.   Hermes partió la inteligencia en partes iguales para todos y vertió a cada uno la suya.   Sucedió con esto que los hombres de poca estatura, llenos por su porción, fueron hombres sesudos, mientras que a los hombres de gran talla, debido a que la porción no llegaba a todas las partes de su cuerpo, les correspondió menos inteligencia que a los otros.   No es la apariencia de grandeza lo que confiere grandeza, es lo que está por dentro y no se aparenta lo que nos hace ser lo que realmente … Read more

hermes

Hermes y la tierra.

Modeló Zeus al hombre y a la mujer y encargó a Hermes que los bajara a la Tierra para enseñarles dónde tenían que cavar el suelo a fin de procurarse alimentos. Cumplió Hermes el encargo; la Tierra, al principio, se resistió; pero Hermes insistió, diciendo que era una orden de Zeus. -Esta bien dijo la Tierra-; que caven todo lo que quieran. ¡Ya me lo pagarán con sus lágrimas y lamentos! No hay frutos ni recompensa si no hay sacrificio y esfuerzo.

tesoro

Fábula: El labrador y la fortuna

    Removiendo un labrador con su pala el suelo, encontró un paquete de oro. Todos los días, pues, ofrendaba a la Tierra un presente, creyendo que era a ésta a quien le debía tan gran favor.   Pero se le apareció la Fortuna y le dijo: – oye, amigo: ¿por qué agradeces a la Tierra los dones que yo te he dado para enriquecerte? Si los tiempos cambian y el oro pasa a otras manos, entonces echarás la culpa a la Fortuna.     Cuando recibamos un beneficio, veamos bien de donde proviene antes de juzgar indebidamente. Fábulas

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Los viandantes y el cuervo

    Viajaban unas gentes para cierto asunto, cuando encontraron a un cuervo que había perdido un ojo.   Volvieron hacia el cuervo sus miradas, y uno de los viandantes aconsejó el regreso, pues en su opinión hacerlo era lo que aconsejaba el presagio. Pero otro de los caminantes tomó la palabra y dijo:   -¿Cómo podría este cuervo predecirnos el Futuro si él mismo no ha podido prever, para evitarlo, la pérdida de su ojo?   Quien no puede cuidar de sí mismo, menos indicado está para aconsejar al prójimo.   Fabulas

labrador y sus hijos

Los hijos desunidos del labrador

    Los hijos de un labrador vivían en discordia y desunión. Sus exhortaciones eran inútiles para hacerles mudar de sentimientos, por lo cual resolvió darles una lección con la experiencia.   Les llamó y les dijo que le llevaran una gavilla de varas. Cumplida la orden, les dio las varas en haz y les dijo que las rompieran; mas a pesar de todos sus esfuerzos, no lo consiguieron. Entonces deshizo el haz y les dio las varas una a una; los hijos las rompieron fácilmente.   – ¡Ahí tienen! les dijo el padre-. Si también ustedes, hijos míos, permanecen unidos, serán invencibles ante sus enemigos; pero estando divididos serán … Read more

sacerdote

El eunuco y el sacerdote

    Un eunuco fue en busca de un sacerdote y le pidió que hiciera un sacrificio en su favor a fin de que pudiera ser padre.   Y el sacrificador le dijo:   Observando el sacrificio, pido que tú seas padre; pero viendo tu persona, ni siquiera me pareces un hombre.   No debemos pretender lo que bien sabemos que no estamos en condiciones de obtener.

apicultor

El apicultor

    Un ladrón se introdujo en casa de un apicultor durante su ausencia, robando miel y panales. A su regreso, el apicultor, viendo vacías las colmenas, se detuvo a examinarlas.   En esto, las abejas, volviendo de libar y encontrándole allí, le picaron con sus aguijones y le maltrataron horriblemente.   -iMalditos bichos -les dijo el apicultor-, dejaron marchar sin castigo al que les había robado los panales, y a mí que les cuido con cariño, me hieren de un modo implacable!   Muchas veces sucede que vemos con desconfianza a nuestros amigos, pero por ignorancia le tendemos la mano a quien es nuestro enemigo.