El roble y las cañas

 

Un roble muy grande, pero con raíces muy pobres, fue desarraigado por el viento y lanzado a través de una corriente.

El cayó entre algunas cañas, a las cuales así se dirigió:

-Me pregunto como ustedes, que son tan ligeras y débiles, no han sido completamente aplastadas por estos fuertes vientos.-

Ellas contestaron,

-Sin tener buenas raíces, usted lucha y compite contra el viento, y por consiguiente es derribado; mientras que por el contrario, nosotras nos doblegamos ante el menor soplo de aire, y por lo tanto permanecemos intactas, y nos salvamos.-

 

Para no sufrir privaciones delante de los actos arbitrarios del poderoso, hay dos opciones:
colaborar con él, o prepararse con mucha fortaleza  y razones para afrontarlo sin ser derribado.

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