Antes de empezar a soñar con playas de arena blanca y aguas cristalinas, no olvide que tendrá que hacer una planificación extra para su bebé o niño pequeño, de esa manera podrá estar seguro de relajarse en sus vacaciones.
Las principales cuestiones a considerar son: ¿Se le han administrado a su bebé todas las vacunas apropiadas antes de irse de vacaciones? ¿Está listo su pasaporte? Si su bebé es muy pequeño, tal vez quiera comprobar con las aerolíneas toda la información que necesite. Si va a viajar en avión, a través de la seguridad del aeropuerto, asegúrese de que los líquidos estén bien guardados en el equipaje de mano.
Otra pregunta que debe hacerse es si podrá lavar la ropa fácilmente mientras está de vacaciones. Si no, sería una buena idea comprar baberos desechables, pañales de baño y también cambiadores desechables que luego puedes tirar. Esto definitivamente puede hacer tu viaje mucho más fácil. No olvides llevar manguitos o brazaletes para que tu bebé también pueda disfrutar de un rato de natación.
La protección solar y el mantenimiento de la hidratación del bebé es una de las cosas más importantes que hay que cuidar, usa cremas solares con un alto factor de FPS y no tengas miedo de usarlas generosamente. Además, tenga siempre a mano una botella de agua/leche para que su bebé pueda beber constantemente. Al reservar sus vacaciones busque lugares adecuados para su pequeño, lugares que sean acogedores y que puedan facilitarle sus necesidades, como proporcionarle una cuna para que su bebé duerma o servicios de guardería. Muchos lugares también podrían tener una lista de niñeras altamente cualificadas que puedan jugar y cuidar a su pequeño, mientras usted puede tomar un descanso y relajarse.
Si se va a subir a un avión, lo mejor es intentar no dejar que su bebé duerma antes del vuelo para que lo más probable sea que duerma durante el vuelo y durante el despegue y el aterrizaje.
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