Técnicas de estudio para niños con TDAH: estrategias prácticas desde casa y la escuela

Una tarde cualquiera…

Sofía, 11 años, con TDAH, se sienta frente a su cuaderno de ciencias. Después de escribir el título, ya está distraída mirando por la ventana. Su madre suspira: “¿Cómo consigo que se concentre?”.
Este escenario es cotidiano en muchas familias. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) plantea desafíos a la hora de mantener atención, organizarse y cumplir rutinas de estudio. Pero con técnicas adaptadas, el estudio puede transformarse en una experiencia más llevadera… incluso motivante.


Parte 1. Entender cómo estudia un niño con TDAH

  • Necesitan estructuras claras y visuales.
  • Se benefician de sesiones cortas y dinámicas.
  • Requieren motivación inmediata, no a largo plazo.
  • El caos ambiental (ruido, objetos distractores) hace casi imposible la tarea.

Parte 2. Preparar el terreno: antes de comenzar

  1. Un lugar exclusivo de estudio: mesa despejada, sin pantallas cerca.
  2. Material organizado en cajas o separadores de colores.
  3. Agenda visual o lista de tareas: tachar cada paso completado genera sensación de logro.
  4. Mini-ritual de inicio: un vaso de agua, una respiración profunda, y arrancar.

Parte 3. Técnicas de estudio efectivas

1. Fragmentar tareas grandes en pasos pequeños

  • En lugar de “haz el resumen del tema 3”, → dividir en: “lee el apartado 1”, “subraya ideas”, “escribe 3 palabras clave”.

2. Técnica Pomodoro adaptada

  • No 25 minutos (demasiado), sino 10-15 minutos de estudio + 3 minutos de descanso.
  • 4 rondas → premio (juego corto, salir al patio).

3. Uso de colores y esquemas

  • Subrayar con código de color (idea principal: amarillo, detalle: azul, ejemplo: verde).
  • Dibujos, mapas conceptuales, infografías caseras.

4. Estudio activo, no pasivo

  • Leer en voz alta, enseñar el tema a los padres, grabarse explicando una definición.
  • Juegos de “preguntas y respuestas” con tarjetas.

5. Tecnología como aliada

  • Apps de organización (Google Keep, Trello infantil).
  • Audiolibros o síntesis de voz para repasar lectura.
  • Kahoot o Quizizz para transformar la memorización en juego.

Parte 4. Estrategias emocionales y motivacionales

  • Refuerzos inmediatos: pequeños logros = pequeñas recompensas.
  • Evitar castigos: mejor redirigir la energía con pausas activas.
  • Lenguaje positivo: destacar lo conseguido (“has acabado tu primer esquema en 10 min, ¡buen trabajo!”).

Parte 5. Historias reales de aplicación

  • Caso de Pedro, 12 años: no lograba terminar nunca un examen de matemáticas. Su profesora le enseñó a resolver primero los ejercicios más fáciles, ganando confianza, y sólo después los complejos. Resultado: redujo ansiedad y empezó a aprobar.
  • Caso de Clara, 10 años: odiaba estudiar historia. Su padre convirtió los temas en pequeñas representaciones teatrales caseras → mejoró motivación y memoria.

Parte 6. Errores frecuentes de familiares y docentes

  • Pretender sesiones largas de “sentado y callado”.
  • Regañar constantemente por distraerse, en lugar de anticipar con pausas.
  • Usar castigos que generan rechazo al estudio.
  • No adaptar el entorno, dejando distracciones a la vista.

Parte 7. Preguntas rápidas (FAQ estilo directo)

¿Cuánto debe durar una sesión de estudio?
Entre 10 y 15 minutos para primaria, hasta 20 en secundaria.

¿Es recomendable estudiar con música?
Música instrumental suave puede ayudar; pero si distrae, mejor silencio.

¿Qué hacer si se niega a estudiar?
Ofrecer alternativas lúdicas: juegos de preguntas, tarjetas, dramatizaciones.


Parte 8. Recursos en español recomendados


Cierre inspirador

Estudiar con TDAH no significa resignarse a la frustración, sino buscar caminos alternativos para aprender. Con sesiones cortas, apoyos visuales, juego y refuerzo positivo, los niños no solo memorizan mejor, sino que también descubren el placer de superarse paso a paso.

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