Cambiar de país o ciudad toda la familia.
Hay muchas familias que experimentan una situación (a veces dramática), como resultado de cambiar de ciudad de residencia o de emigrar a otros países. No es lo mismo emigrar a un adulto solo, o una pareja, que hacerlo cuando ya tienen hijos y una familia que les sigue.
Cuando los niños tienen que hacer cambios en sus vidas, cambios que afectan sus hábitos y su rutina, como un cambio de país o ciudad para los niños, cuando la familia se va a mudar de su hogar, debemos tener en cuenta algunas situaciones que pueden afectar a los niños. Estos cambios pueden ser muy radicales cuando cambiamos nuestro hogar, escuela, amigos, ciudad o país … y, también, el medio ambiente, el clima, las costumbres e incluso el idioma.
Cómo ayudar a los niños en los cambios familiares.
1. Los niños tienen que saber la verdad, no se les puede mentir. Tenemos que decirles que vamos a cambiar de ciudad o país, porque ahí es donde mamá o papá tienen trabajo. Si nos preguntan por qué no nos quedamos en nuestra casa, tenemos que decirle que aunque nos gustaría mucho, no puede ser porque aquí mamá o papá, no tienen trabajo, y tienen que ir a algún lugar donde pueden trabajar. Pero esto no significa darles más información de la necesaria. Los niños son niños y debemos proteger su infancia.
2. No debemos transmitir nuestra incertidumbre. Es recomendable darles la información cuando todo esté confirmado; Es decir, cuando sabemos a dónde vamos y en qué condiciones vamos. Un niño no está preparado para manejar la incertidumbre de dónde vamos a vivir. Puede ser bueno que uno de los dos padres se adelante para acelerar los procedimientos más importantes, como encontrar una casa, colegios … Entonces, cuando los niños lleguen, les quedará claro dónde vivirán, la escuela a la que irán … eso les dará confianza.
3. Intente restaurar las rutinas lo antes posible en la nueva ciudad. Es conveniente informar a los niños todo lo que harán en el destino: qué horarios vamos a tener, qué actividades realizar en el nuevo lugar …
4. Mantener la unidad familiar. En la medida de lo posible, debemos tratar de mantener la unidad familiar. Si los niños ven a la familia juntos, se sentirán más seguros.
5. Los niños necesitan tiempo para adaptarse a los cambios. En términos generales, los niños tienden a adaptarse bien a los cambios, pero eso no significa que no los acusen. Debe dejarles tiempo para adaptarse y observar muy bien lo que dicen y lo que hacen, en caso de que surjan dificultades, intente resolverlas lo antes posible.
6. Favorecer un clima de confianza y diálogo donde puedan expresar sus emociones. Si nos dicen que extrañan la escuela, a los pequeños amigos … debemos escucharlos y alentarlos, al mismo tiempo que se les explique que es normal, que no pasa nada si lloran porque están un poco tristes, pero debemos darles un mensaje positivo y esperanzador: «Aquí seremos muy buenos, haremos amigos …»
7. Resalte lo positivo . Es aconsejable reservar un poco de tiempo cada día para buscar las cosas buenas que encontramos en la nueva ciudad, la nueva casa, la nueva escuela … de esta manera, tanto el niño como el adulto estarán obligados, al menos en ese momento, a centrarse en los aspectos positivos, y puede ser una inyección de coraje para superar la nueva situación.
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