Admirado Zeus de la inteligencia y finura de la zorra, le confirió el reinado sobre los animales.
Quiso, no obstante, saber si al cambiar de fortuna había mudado también de inclinaciones, y, hallándose el nuevo rey de paseo en su litera, dejó Zeus caer un escarabajo ante sus ojos.
Entonces la zorra, incapaz de contenerse, viendo al escarabajo revolotear alrededor de su litera, saltó fuera de ésta y, despreciando las conveniencias, intentó atrapar al escarabajo.
Molesto Zeus por su conducta, volvió a la zorra a su antiguo estado.
La naturaleza, o modo de ser de las personas, no se cambian al cambiar de título.