El aceituno y la higuera

 

El aceituno ridiculizaba a la higuera porque, mientras él era verde todo el año, la higuera cambiaba sus hojas con las estaciones. Un día una nevada cayó sobre ellos, y, estando el aceituno lleno de follaje, la nieve cayó sobre sus hojas y con su peso se quebraron sus ramas, despojándolo inmediatamente de su belleza y matando al árbol. Pero al estar la Higuera desnuda de hojas, la nieve cayó directamente a la tierra, y no la perjudicó en absoluto.

 

No debemos burlarnos de las cualidades ajenas, pues las nuestras pueden ser inferiores.

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