Estrategias prácticas, casos reales y caminos para un aprendizaje inclusivo
Introducción: vivir con motores encendidos
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) no es falta de voluntad, ni capricho, ni mala educación. Es un estilo de funcionamiento neurológico distinto que condiciona la forma en que los alumnos regulan la atención, la impulsividad y la energía.
✏️ Recuerdo que la profesora de mi hijo me dijo una vez: “Está siempre como con el motor encendido”. Fue su manera de describir el TDAH, y lo cierto es que tenía razón. La clave está en canalizar ese motor, no frenarlo a la fuerza.
Caso 1: El niño que nunca se estaba quieto
- Situación: José, 8 años, interrumpe constantemente, se levanta de la silla y molesta a sus compañeros.
- Intervención: se estableció un contrato visual de normas (pictogramas en el pupitre) y pausas de movimiento cada 20 minutos (dar recados, estiramientos).
- Resultado: reducción de interrupciones y mayor concentración en tareas tras el recreo activo.
👉 Lejos de ver su energía como un problema, el docente la convirtió en recurso.
Caso 2: La alumna que olvidaba todo
- Situación: Ana, 10 años, nunca entregaba deberes ni traía el material.
- Intervención: uso de agenda digital con recordatorios visuales + supervisión al final de cada clase para verificar que apuntaba lo necesario.
- Resultado: en pocas semanas, la familia reportó mayor organización y reducción de olvidos.
📌 Los chicos con TDAH no necesitan sermones, necesitan sistemas externos de organización que sustituyan la memoria de trabajo que a menudo les falla.
Caso 3: El adolescente etiquetado de “vago”
- Situación: Marcos, 13 años, repetidor, desmotivado, constantemente oído como “no hace nada”.
- Intervención: tutorías motivacionales semanales + elección de proyectos vinculados a sus intereses (tecnología, videojuegos).
- Resultado: empezó a entregar trabajos relacionados con creación de videojuegos y mejoró notas en materias técnicas.
👉 Cambiar la narrativa de “vago” por “tienes un talento distinto” puede salvar carreras escolares.
Estrategias clave para la integración en el aula
- Estructura clara: rutinas visibles con horarios y pasos secuenciados.
- Tareas cortas y fragmentadas: dividir un ejercicio largo en trozos pequeños.
- Refuerzo inmediato: premiar logros al instante, no al final de la semana.
- Uso del movimiento: introducir dinámicas donde moverse sea parte del aprendizaje (juegos de rol, actividades de pie).
- Lenguaje positivo: evitar el constante “no hagas esto” y reemplazar por “intenta lo otro”.
- Aprendizaje cooperativo: roles rotativos para que todos participen.
Herramientas digitales y recursos útiles
- Apps de organización: Todoist Kids, Google Calendar con pictogramas, ClassDojo.
- Temporizadores visuales tipo “Time Timer”.
- Cuadernos de seguimiento compartidos con familias.
- Gamificación: transformar tareas en retos con insignias y puntos.
El papel del docente
El profesor no es psicólogo ni médico, pero sí es facilitador de ambiente. Pequeñas adaptaciones marcan la diferencia entre un alumno etiquetado como “problemático” y un alumno percibido como parte activa del grupo.
El papel de la familia
- Apoyar rutinas desde casa (hora fija de estudio, material preparado la noche anterior).
- Comunicación diaria con el profesor (agenda escolar compartida).
- Reforzar autoestima: no centrar solo en lo que “no logra”, sino en lo que sí consigue.
Recursos de autoridad (nofollow)
- Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH) 🇪🇸
- Plena Inclusión – TDAH y escuela 🇪🇸
- Child Mind Institute – ADHD Resources
- CHADD – Children and Adults with Attention Deficit/Hyperactivity Disorder
Conclusión: integrar es creer en su potencial
Un alumno con TDAH no necesita que lo encierres en una silla ni que lo expongas a constantes castigos. Necesita estructuras claras, oportunidades de moverse, refuerzo positivo y adultos que confíen en él.
👉 Como padre, aprendí que la integración de mi hijo no llegó el día en que se quedó sentado sin molestar; llegó el día en que lo vi reír, participar y sentirse parte de su aula en igualdad de condiciones.