Quejábanse los robles a Zeus en estos términos:
-En vano vemos la luz, pues estamos expuestos, más que todos los demás árboles, a los golpes brutales del hacha.
-Vosotros mismos sois los autores de vuestra desgracia respondió Zeus-; si no dierais la madera para fabricar los mangos,
las vigas y los arados, el hacha os respetaría.
Antes de culpar a otros de nuestros males, veamos antes si no los causamos nosotros mismos.