Ser logopeda durante los últimos quince años ha sido una carrera gratificante para mí. He aprendido mucho , pero sigo aprendiendo todos los días de mis hijos, estudiantes y gente que me rodea. Como logopeda, me siento orgullosa de poder ayudar a niños a comunicarse más eficazmente con los demás.
Cuando me preguntaron en plazatoy sobre si quería escribir sobre este tema, tuve que pensar mucho sobre todas las cualidades de un logopeda. Creo que estas cualidades que yo discuto a continuación se aplican a cualquier profesional de la salud y en otros campos también.
1. Empatía
Como logopeda, he estado en muchas situaciones que me obligan a ser compasiva y empática. Muchas familias han pasado por situaciones muy difíciles. Para los padres de niños pequeños, un patólogo del habla y lenguaje puede ser uno de los primeros terapeutas que trabajan con su hijo( personalmente me sucedió con mi hijo mayor ). Muchos padres están temerosos y preocupados en este momento con respecto al futuro de las habilidades del habla y del lenguaje de sus hijos y necesitan orientación y la comodidad de un terapeuta.
Tener empatía ayuda a crear una relación especial y de confianza entre usted, la familia y el niño.
2. La mente abierta
He trabajado en muchos entornos diferentes que han requerido que sea de mente abierta. Hace un par de años, me encontré con el aprendizaje de un nuevo tipo de terapia. Me sentí un poco incómoda comenzar algo nuevo, pero después de unos seis meses de aprendizaje, me encantó, y era capaz de usarlo y modificarlo para que sea la mía.¡ Fue una experiencia enriquecedora!
3. Jugador de equipo
Al igual que con todas las otras profesiones de la salud, rara vez deberíamos trabajar solos. Trabajando en equipo con los padres, terapeutas, auxiliares, médicos, etc. es la forma óptima. Cuanto más el equipo trabaja en conjunto cohesionado, mejores serán los resultados para el niño que está recibiendo los servicios.
4.Organizado
Con la cantidad de papeleo y la programación involucrados, ser organizada es la clave. Llegar a tiempo y mantener la documentación al día, es una parte importante del trabajo.
5. Don de gentes
Ya sea que su carga de trabajo sea con los niños(ha sido mi caso) o con la población adulta, disfrutando y amando trabajar con la gente es clave.
6.Flexibilidad
Ser flexible es importante. Yo trabajo en un programa de habilitación durante el día en el que muchos de mis niños van a la escuela y sus actividades extraescolares y familiares. Cuando las cosas se cambian, trato de ser flexibles con mi horario.
7. Estar dispuesto a aprender y cometer errores
Cada niño que trabajo me enseña algo nuevo, y tengo la suerte de añadir a mi base de conocimientos. Al igual que con cualquier tipo de trabajo, somos humanos y cometemos errores. Lo más importante de cometer errores es aprender de ellos y no repetirlos.
8. Ser capaces de resolver problemas
Como logopedas, cada cliente que trabajamos es diferente. Ser capaz de navegar por la terapia y estrategias que funcionan mejor para esa persona en particular es la clave.
