Realmente el mejor consejo es no exponerse al sol de forma abusiva, pero sucede, y cuando sucede, ¡tienes que hacer lo que sea para ayudar a tu pobre piel!
Toma un antiinflamatorio como el ibuprofeno para aliviar la hinchazón y el dolor. Una ducha fría también ayuda a calmar la piel y a eliminar el exceso de sal o cloro que puede resecar la piel.
Encuentra la crema hidratante más rica que puedas, pero asegúrate de que no contenga alcohol o productos químicos antienvejecimiento como el retinol, que pueden secar la piel aún más. Para zonas localizadas, empapa un paño en mitad leche fría y mitad agua con hielo y presiona el paño contra la zona hasta que no sienta más frío. Repita tres veces. El té verde frío también es bueno para comprimir, ya que ayuda a calmar la piel y a reducir la inflamación.
Si terminas con ampollas, aplica una pomada antibacteriana 3 veces al día pero nunca revientes las ampollas. Si las ampollas son localizadas, puede tratarlas en casa, pero si no, ¡acuda al médico más cercano para recibir tratamiento lo antes posible!
Use ropa de fibra natural suelta para prevenir más irritación en su pobre piel, y por favor, por favor, por favor, ¡nunca más haga eso a su preciosa piel!