La liebre y el perro

 

Un perro perseguía afanosamente a una liebre, pero al cabo de una larga carrera, se dio por vencido.  Un pastor que lo vio parar, se mofaba de él diciéndole:

-Esa pequeñita es la mejor corredora de los dos-.

Pero el perro replicó:

-Es que tú no ves la diferencia entre nosotros. Yo sólo corría por algo para la cena, pero ella corría por su vida.-

 

Un mayor interés da motivo para un mayor esfuerzo

 

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