Obligado por su dueño a bailar, un camello comentó:
— ¡Que cosa! No sólo carezco de gracia andando, sino que bailando soy peor aun.
Usa siempre cada cosa para el propósito con el que fue creado.
Obligado por su dueño a bailar, un camello comentó:
— ¡Que cosa! No sólo carezco de gracia andando, sino que bailando soy peor aun.
Usa siempre cada cosa para el propósito con el que fue creado.