AUTISMO Y HABILIDADES SOCIALES
Los niños con autismo tienen más dificultades para interpretar las señales sociales de los demás y, a su vez la expresión de sus sentimientos y emociones. El uso de herramientas como los juguetes para enseñar habilidades sociales ayudan a los niños con autismo a aprender a comprender mejor y expresarse en el mundo que les rodea.Desde el principio, los bebés de desarrollo típico son seres sociales, desde muy temprano en la vida del pequeño, contempla a la gente, gira su cabeza hacia las voces, agarra un dedo, e incluso sonríen. Por el contrario, la mayoría de los niños con autismo parecen tener gran dificultad para aprender a participar en el dar y recibir de las interacciones humanas cotidianas. Incluso en el primer año de vida, muchos niños no interactúan y evitan el contacto visual de una manera normal. Pueden parecer indiferentes a otras personas, y prefieren estar solos. Pueden resistirse a la atención o aceptar pasivamente abrazos y caricias. Más tarde, pueden dejar de buscar consuelo o responder a las manifestaciones de la ira o el afecto de los padres de una manera típica. La investigación ha sugerido que aunque los niños con autismo están unidos a sus padres, su expresión de esta unión es inusual y difícil «leer». Para los padres, puede parecer como si su hijo no está conectado en absoluto con ellos. Los padres que tienen ganas de alegrías de caricias, de enseñar y jugar con sus hijos pueden sentirse mal o defraudados por esta falta del comportamiento esperado y típico.
Los niños con autismo también son más lentos en aprender a interpretar lo que otros piensan y sienten. Señales sociales sutiles, como una sonrisa o una mueca pueden tener poco significado para un niño con autismo. Para un niño que pierde estas señales sutiles en el lenguaje no verbal, «ven aquí» siempre puede significar lo mismo, si el que se lo dice está sonriendo y extendiendo sus brazos para un abrazo o con el ceño fruncido o enfadado. Sin la capacidad de interpretar los gestos y las expresiones faciales, el mundo social puede parecer desconcertante. Para agravar el problema, las personas con autismo tienen dificultad para ver las cosas desde la perspectiva de otra persona. La mayoría de los niños de cinco años entienden que otras personas tienen diferentes pensamientos, sentimientos y objetivos . Un niño con autismo puede carecer de tal entendimiento. Esta incapacidad les impide predecir o entender las acciones de otras personas.
Aunque no es universal, es común que las personas con autismo tengan dificultad para regular sus emociones. Esto puede tomar la forma de comportamiento «inmaduro» como llorar en clase o arrebatos verbales que parecen inapropiadas para los que les rodean. A veces pueden ser perjudiciales y físicamente agresivo, por lo que las relaciones sociales aún se hacen más difíciles.