La lactancia
Al tener a tu bebé, surgen muchas dudas, una de ellas, es cómo debes alimentarlo, no sabes si darle leche materna o leche de de fórmula. A continuación mostraremos las ventajas de la alimentación de pecho y aclararemos algunas dudas para que tomes la mejor decisión.
Siempre nos han dicho que la leche materna es la mejor opción para alimentar a tu bebé, sus nutrientes y vitaminas son excepcionales y el contacto piel a piel de madre e hijo es de gran importancia para el buen desarrollo del bebé. Pero hay madres, y en estos tiempos son la mayoría, que deben regresar a sus trabajos, estudios o quehaceres y no van a tener todo el tiempo necesario para que la alimentación de pecho prospere. Hoy en día, hay muchos avances para que esto no sea un inconveniente y al menos puedas alimentar con lactancia natural a tu bebé los primeros meses. Entonces, veamos por qué la leche materna es mejor que la de fórmula.
Como primera instancia, debemos saber que la leche materna tiene por lo menos cien ingredientes que ni la leche de vaca contiene, ni ningún laboratorio hasta ahora ha podido sintetizar y además su composición y nutrientes van variando para satisfacer las necesidades del bebé a medida que va creciendo. La leche materna ofrece al bebé abundante dosis de anticuerpos que logra que el bebé tenga defensas y esto impide que se contagie de algún virus, u otra enfermedad. Si esto le llegara a suceder, lo recomendable es darle mayor cantidad de leche materna, lo cual ayuda a combatir la enfermedad rápidamente.
Otra de sus grandes ventajas, es que es más digestible que la leche de fórmula y por tal razón, los bebés alimentados con leche materna tienen menor probabilidad de sufrir de cólicos. Esto anterior es una gran ventaja para los padres en los primeros meses de vida del niño, ya que los cólicos en los recién nacidos les hace llorar sin consuelo porque le duele su barriguita. Hay que tener en cuenta que la leche materna siempre va a estar preparada para toma y se puede estar tranquilo de que no va a estar vencida, contaminada o preparada inapropiadamente.
Entre otros beneficios de la leche materna, podemos mencionar, la disminución en cuanto a problemas digestivos como estreñimiento o diarrea. También hay menor riesgo de alergias, a no ser que la madre haya comido algo que afecte al bebé; menor riesgo de obesidad, ya que en esta forma, las calorías están controladas y el bebé consume solo lo necesario; es más cómodo para la madre y el niño, ya que la leche va a estar a una temperatura perfecta, esta siempre a la mano, no hay preocupación de esterilizar y si tienes que trabajar se puede extraer y guardar en el frigorífico.
Es importante saber además, que al lactar, la ovulación y la menstruación pueden llegar a suspenderse durante el tiempo que lo hagas y el riesgo de otro embarazo disminuye, aunque esto no es totalmente seguro, por eso no puedes dejar de cuidarte, si no quieres otro bebé en el momento.
Y por último y como mencioné anteriormente, la lactancia materna fortalece la relación madre e hijo. Al alimentarlo, se crea un lazo de intimidad entre los dos, debido a que existe un contacto piel a piel y la oportunidad de acariciar, contemplar, mimar y arrullar a tu recién nacido y esto es lo más agradable y placentero de tener un bebé. El poder sentirlo junto a ti y sentir la satisfacción de darle un gran beneficio que va a ayudarlo en su buen desarrollo es incomparable con cualquier otra alimentación.