El lobo y el cordero en el arroyo

 

 

Miraba un lobo a un cordero que bebía en un arroyo, e imaginó un simple pretexto a fin de devorarlo. Así, aún estando él más arriba en el curso del arroyo, le acusó de enturbiarle el agua, impidiéndole beber. Y le respondió el cordero:

 

— Pero si sólo bebo con la punta de los labios, y además estoy más abajo y por eso no te puedo enturbiar el agua que tienes allá arriba.

 

Viéndose el lobo burlado, insistió:

 

— El año pasado injuriaste a mis padres.

 

— ¡Pero en ese entonces ni siquiera había nacido yo! —
contestó el cordero.

Dijo entonces el lobo:

— Ya veo que te justificas muy bien, mas no por eso te dejaré ir, y siempre serás mi cena.

 

Para quien hacer el mal es su profesión, de nada valen argumentos para no hacerlo.
No te acerques nunca donde los malvados.

 

Lee más…

Facebooktwitterpinterest

Deja un comentario