El Lobo y el Pastor confiado

Un Lobo había estado rondando  un rebaño de ovejas durante mucho tiempo, y el Pastor observó con mucha atención para evitar que se llevara un Cordero. Pero el lobo no trató de hacer daño. En cambio, parecía estar ayudando al Pastor a cuidar a las Ovejas. Por fin, el Pastor se acostumbró tanto a ver al Lobo que olvidó lo malvado que podía ser.

Un día incluso llegó a dejar su rebaño al cuidado del Lobo mientras hacía un recado. Pero cuando regresó y vio que muchos corderos  del rebaño habían sido  llevados. Se dió cuenta de  lo tonto que era confiar en un Lobo.

 

Una vez lobo, siempre se es lobo.

 

 


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