La casita de los 3 osos

[vc_row][vc_column css=».vc_custom_1502529981371{margin-top: 0px !important;padding-top: 0px !important;padding-right: 35px !important;}» offset=»vc_col-lg-9 vc_col-md-12″][vc_column_text]ricitos de oro y los tres ositos. cuento infantil

 

Erase una vez tres osos que vivían en una bonita casa en el bosque, Mama Osa, Papa Oso y el pequeño Osito.
Ese día Mama Osa había preparado una de las comidas favoritas de toda la familia, sopa.
Todos corrieron a la mesa para disfrutar de la comida. Cuando el pequeño oso se llevó la cuchara a la boca dijo:

-Uy mama, me he quemado, la sopa está muy caliente.
-Es verdad dijo la mama mientras la probaba.
-Tengo una idea, dijo Papa Oso, podemos dar un paseo por el bosque mientras la sopa se enfría.
-Muy bien, gritaron todos mientras salían de la casa para dar una vuelta por el bosque.

 

Mientras tanto, una niña rubia a la que llamaban Ricitos de Oro, también estaba dando un paseo por el bosque cuando se encontró la casita con la puerta abierta.
Preguntó si había alguien dentro, pero como no le contestaron decidió entrar.

Encontró 3 silla y se sentó en la más grande, entonces comprobó que era muy alta y que no le llegaban los pies al suelo.
Decidió sentarse en la más pequeña, que era la silla del osito. Como ésta tenía las patas muy finas no aguantó el peso de la niña y se rompió.

-Puff, vaya un golpe y un susto que me he dado, menos mal que no me he hecho daño.

Fue entonces cuando vió los platos de sopa.
-Con lo que a mi me gusta la sopa, voy a comerme uno de estos platos.
Y en un momento se había tomado toda la sopa del plato del osito que era la que estaba en su punto, ni fría ni caliente.
-Umm, que buena estaba la sopa, me he quedado con la barriga llena, es una de las sopas más buenas que he probado nunca.

Después de comer, a Ricitos de Oro le empezó a entrar sueño.
-Voy a echar una siesta antes de volver a casa.

Se dirigió a los dormitorios donde encontró 3 camas.
Una era muy alta para subirse, la de Papa Oso. Otra era muy dura para ella, la de Mama Osa y la tercera cama era perfecta, por lo que eligió la del pequeño osito para dormir.

 

Mientras Ricitos de Oro echaba su siesta, volvieron a casa los 3 osos que habían acabado su paseo por el bosque.

-Alguien ha roto mi silla, dijo el osito.
-También han probado mi sopa dijo Papa Oso y Mama Osa.
-Pues mi plato se lo han comido entero, dijo el osito llorando.

Entonces se acercaron al dormitorio y se encontraron una niña durmiendo en la cama del osito.
Este ya no pudo aguantar más y despertó a Ricitos de Oro.
-¿Qué haces durmiendo en mi cama?, le pregunto el osito.

 

Cuando Ricitos de Oro se despertó y vio que había 3 osos rodeándola se asustó mucho y echó a correr, pero Papa Oso cerró la puerta para que no escapará.

Después de un rato, Ricitos de Oro ya se había tranquilizado y pidió perdón a los osos por todo lo que había hecho.

Los Osos y Ricitos de Oro se hicieron amigos desde aquel momento y la niña volvía al bosque todos los domingos a comer sopa con sus amigos los osos.

Y.. colorín colorado este cuento se ha acabado.

 

 

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