Hablar mientras jugamos.
Un niño sólo puede aprender cuando la comunicación es posible y si los demás están dispuestos a comunicarse con ellos. Cada joven necesita desarrollar una comunicación bidireccional, no sólo las habilidades del habla y usted como madre puede ayudar.
La proximidad física
Tomar la mano de su hijo, tocar su cara, llamarlo por su nombre son actividades que ayudan a la comunicación. Una vez que su hijo conoce su nombre, intente llamarlo desde una cierta distancia y luego desde otra habitación.
Asegúrese de que su pequeño vea su cara cuando usted está hablando con él. Observando sus movimientos de los labios y la expresión facial le ayudará a entender.
Colóquese de manera que el niño pueda mirarla directamente a los ojos. Cuando los ojos están en línea con la de su hijo, usted notará mucho más las expresiones y el nivel de interés del rostro de su hijo.
Al estar frente a frente, su niño percibe que están interesados en lo que está haciendo o diciendo y son más conscientes de lo que hacen y dicen.
Reaccionar ante las sonrisas, la risa y el ceño fruncido de su hijo (copiándolos); comentar los sentimientos de su hijo en un tono de voz apropiado, e intenta utilizar frases sencillas y claras.
Un buen contacto visual es importante para la interacción social y ayuda a los niños a recoger más información a través de la expresión facial y los gestos.