Los padres saben que tener amigos es uno de los aspectos más gratificantes de la vida de un niño. Los padres de niños con discapacidad queremos que nuestros hijos sean amados, que tengan un sentido de pertenencia, y comparten experiencias similares con sus hermanos y otros niños.
Las amistades aumentan la competencia social, la autoestima y la confianza de un niño. Las amistades, el hacer amigos, favorece el desarrollo social, emocional e intelectual. Tener un buen amigo significa compartir momentos de diversión y momentos difíciles. Un buen amigo puede ofrecer la comodidad y la conexión a través de palabras, gestos, o el silencio. Un grupo de amigos puede proporcionar una maravillosa e importante oportunidad para que un niño desarrolle habilidades sociales y sea aceptado.
Los niños con discapacidades pueden necesitar apoyo adicional de los adultos y sus padres para jugar y hacer amigos. A veces los niños con discapacidad están en riesgo de tener interacciones sociales sólo con los adultos que se les paga para estar con ellos (como los maestros, terapeutas y médicos). Todos los niños necesitan jugar y relacionarse con otros niños. Los padres, cuidadores y profesores pueden desempeñar un papel clave en la enseñanza de los niños pequeños de cómo hacer amigos con los niños con y sin discapacidad. Aunque algunas amistades se desarrollan naturalmente, es importante enseñar a los niños habilidades sociales específicas y proporcionar muchos tipos diferentes de oportunidades para desarrollar las amistades y hacer buenos amigos.
