Beneficios de los Juegos al Aire Libre

Las actividades en espacios abiertos proporcionan beneficios físicos para el niño y ayudan a desarrollar su creatividad y sociabilidad

Los videojuegos, la falta de tiempo de los padres y la escasez de zonas verdes son factores que hacen que los niños pasan menos tiempo en la naturaleza de lo que necesitan.

Pero los niños  necesitan pasar tiempo al aire libre porque estimula la creatividad y desarrolla habilidades sociales . Los expertos consideran que es esencial que los pequeños sean activos en  espacios abiertos, y  recomiendan por lo menos una hora al día. Entre otras ventajas, la naturaleza fomenta la autonomía de los niños.

Muchos médicos hacen hincapié en la importancia de que los niños  pasen tiempo al aire libre, porque, entre otras ventajas, promueve la creatividad, la autonomía y las relaciones sociales. Pero la vida moderna, parece conspirar en contra de esta necesidad: la falta de parques y áreas abiertas en las ciudades, la falta de tiempo en los padres  debido al  trabajo, con muchas horas al día, así como el desarrollo del juego atractivo de interior que  cada vez contribuye a que los niños tiendan a pasar mucho tiempo en el interior . Estas actividades anteriores, tienden a fomentar hábitos sedentarios en los niños. Y eso es algo que debe evitarse.

Los juegos en espacios abiertos estimulan la creatividad de los niños

Las actividades en espacios abiertos estimulan la curiosidad de los niños y les obligan a pensar de forma creativa.
El juego al aire libre ofrece beneficios psicológicos y mentales para el niño, aunque tal vez no siempre sea evidente. Estas actividades requieren que los niños piensen de forma creativa, estimulan su curiosidad, les obliga a tomar decisiones y resolver problemas a través de su imaginación.

La naturaleza y los juegos de exterior ofrece a los niños   la oportunidad de tener interacciones sociales con otros pequeños  de su edad, o similares. Muchos niños, especialmente los que no tienen hermanos, necesitan salir del ambiente del hogar para vincularse con otros compañeros, y comenzar a tener contactos y relaciones.

Jugar al aire libre desde bebés

Los niños pueden disfrutar del aire libre casi desde el nacimiento. Un informe médico  llega a la conclusión de que el recién nacido puede ir a dar un paseo desde que llegue a casa, y que además  «es un estímulo para el desarrollo del niño».

Este grupo de pediatras recomienda, sin embargo, que en invierno las salidas  para bebés se hagan en  «horas soledas» y con el bebé bien envuelto. Por el contrario, en verano las excursiones deben realizarse durante las horas de menos calor  y con  ropa ligera.

El niño necesita la incidencia del sol para que su cuerpo pueda sintetizar la vitamina D, que requiere. Es importante que el niño  reciba la luz del sol. Su acción es necesaria para que la piel pueda sintetizar la vitamina D, lo que provoca, entre otras cosas, que sus huesos  asimilen el calcio que necesita. Sin embargo, hay que tomar algunas precauciones cuando se trata de exponer al pequeño al sol: Los bebés tienen la piel muy sensible, por lo que en el verano no pueden recibir el impacto directo de sus rayos .

El aire libre fomenta la autonomía del niño

A medida que el niño crece,  desarrollan un gusto por las actividades de ocio activo. Cuando nuestros hijos  estan en contacto con la naturaleza,  experimentan con los cinco sentidos su relación con el mundo exterior.

Sentarse en la hierba, sentir diferentes texturas, olores, temperaturas y escuchar los distintos sonidos de la naturaleza…, le dan al bebé un mundo de conocimiento que estimula sus capacidades, percepciones y la imaginación. De este modo, el niño va a desarrollar sus propios juegos, y, por tanto, desarrollar su autonomía.

Las actividades al aire libre ayudan a mejorar el estado de ánimo y a evitar el exceso de peso

Jugar en espacios abiertos al aire libre, es una forma de hacer ejercicio para los niños mientras se divierten. En un medio al aire libre, los niños tienen más espacio para moverse, caminar y correr, y, por lo tanto, consumen más energía.

La actividad física también permite a los pequeños a liberar endorfinas, lo que hace que se relajen y combatan la ansiedad. Es decir, las actividades al aire libre ayudan a mejorar el estado de ánimo de los niños y también les hace estar cansados por la noche y se puede dormir mejor. Los expertos, recomiendan que los niños reciban al menos una hora de actividad física al día.

Como resumen, lo que importa, es la combinación de las actividades de interior  con actividades abiertas, para que  los niños creen sus propios juegos, desarrollen su creatividad, fortalezcan los lazos sociales, y estén más saludables.

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