Un Cuervo, que sabes que es negro como el carbón, envidiaba al Cisne, porque sus plumas eran tan blancas como la nieve más pura. El pájaro necio tuvo la idea de que si vivía como el cisne, nadaba y buceaba todo el día y comía las malezas y las plantas que crecen en el agua, sus plumas se volverían blancas como la del cisne.
Así que dejó su hogar en los bosques y campos y voló para vivir en los lagos y en los pantanos. Pero aunque se lavó y se lavó todo el día, casi ahogándose, sus plumas permanecieron tan negras como siempre. Y como la maleza del agua que comía no estaba de acuerdo con él, se fue haciendo cada vez más delgado y al final murió.
Un cambio de hábitos no alterará la naturaleza.
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