LA MADRE Y EL LOBO


Una mañana temprano, un lobo hambriento rondaba una cabaña a las afueras de un pueblo, cuando escuchó a un niño llorar en la casa. Entonces oyó la voz de la Madre decir:

“¡Silencio, niño, silencio! ¡Deja de llorar o te entregaré al Lobo!

Sorprendido pero encantado con la perspectiva de una comida tan deliciosa, el Lobo se acomodó debajo de una ventana abierta, esperando a cada momento que le entregaran al niño. Pero aunque el pequeño continuó inquieto, el Lobo esperó todo el día en vano. Luego, hacia el anochecer, escuchó nuevamente la voz de la Madre cuando ella se sentó cerca de la ventana para cantar y acunar a su bebé para que durmiera.

“¡Ahí, niña, ahí! El lobo no te atrapará. ¡No no! ¡Papá está mirando y papi lo matará si se acerca!

Justo en ese momento, el Padre vio la casa y el Lobo apenas pudo salvarse de los Perros corriendo.

No creas todo lo que escuchas.


Fábulas para niños:

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