Arrastraba la corriente de un río a una víbora enroscada en una maraña de espinas.
La vio pasar una zorra que descansaba y exclamó:
— ¡Para tal clase de barco, tal piloto!
Personas perversas siempre conectan con situaciones perversas.
Arrastraba la corriente de un río a una víbora enroscada en una maraña de espinas.
La vio pasar una zorra que descansaba y exclamó:
— ¡Para tal clase de barco, tal piloto!
Personas perversas siempre conectan con situaciones perversas.