Se jactaba un oso de amar a los hombres vivos por la razón de que no le gustaban los cadáveres. La zorra le replicó:
— ¡Quisieran los dioses que destrozaras a los muertos y no a los vivos!
Nunca pienses en destruir lo que es útil. Si quieres mejorar algo que funciona, tómalo como base inicial, sin dañarlo, y no como material de desecho.