En cualquier lugar donde se mire, los jóvenes usan auriculares, escuchan música. Esos audífonos pequeños son poderosos, y según dicen los médicos; posiblemente más peligrosos, de lo que creen la mayoría de las personas .
Los médicos advierten que un ataque constante de ruidos fuertes, particularmente a través de los auriculares, dañan la audición de esta joven generación, como es la de nuestros hijos que está conectada al sonido, aunque es posible que no se den cuenta de que esta actividad no es beneficiosa hasta que pasen unos años.
Muchos jóvenes corren el riesgo de pérdida de audición debido a dispositivos de audio personales, como teléfonos inteligentes y niveles de sonido dañinos en lugares de entretenimiento como discotecas, festivales de música o de baile,etc. donde los niveles de ruido pueden superar los 120 decibelios por hora, según la Organización Mundial de la salud.
Muchos especialistas están de acuerdo en que probablemente la causa más grande [del daño auditivo] es la generación milenial´s que usan iPods y smartphones.
La pérdida de audición entre los adolescentes de hoy es aproximadamente un 30 por ciento más alta que en las décadas de 1980 y 1990.
Segun NBC News dice: «Usted (alguna vez y refiriéndose a los padres de la joven generación actual ) tuvo un Walkman con dos baterías AA y audífonos en sus oídos» . “A un volumen alto, el sonido estaba muy distorsionado y la duración de la batería era mala. Hoy en día, tenemos smartphones que son ordenadores extremadamente complejos con alto nivel de fidelidad , en cuanto a prestaciones y por supuesto al sonido «.
Se recomienda por los otorrinos a los pacientes jóvenes que dejen de usar audífonos, especialmente los auriculares, que colocan el sonido más cerca del tímpano, aumentando el volumen hasta en 9 decibelios.
El daño ocurre cuando el sonido viaja desde el auricular hasta la cóclea, donde unas 20,000 células ciliadas transmiten el sonido al cerebro. Pero si el sonido es demasiado alto y se escucha durante mucho tiempo, puede dañar las células ciliadas o, lo que es peor, hacer que se mueran.
Según los Institutos Nacionales de Salud, cualquier nivel superior a los decibeles, un poco más del 50 por ciento de volumen en la mayoría de los teléfonos inteligentes, se considera perjudicial después de 15 minutos
El daño permanente puede ocurrir en minutos, dicen los expertos, y cuando el daño está hecho, es irreversible.
La exposición al ruido en los niños es una preocupación creciente. Muchos jóvenes, tienen algún un signo temprano de pérdida de audición, pero «no los detectamos hasta que tienen entre 20 y 30 años». Y como los protocolos de detección de audio no son tan sofisticados, muchos niños con daños sutiles pasan pruebas de audición.
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