Un entorno estimulante para jugar y explorar ayuda a su hijo a aprender y crecer. Pero a veces demasiadas actividades se suman a una sobreestimulación. El tiempo de inactividad también es importante para nuestros hijos. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado para cada niño
¿Qué es la sobreestimulación?
La sobreestimulación ocurre cuando un niño se ve abrumado por más experiencias, sensaciones, ruidos y actividades de las que puede procesar y/o enfrentarse.
Por ejemplo, un bebé recién nacido puede sentirse muy inquieto después de una fiesta en la que ha sido «acosado» por muchos adultos. Un niño en edad preescolar puede tener una rabieta y enfadarse después de un gran evento como una fiesta de cumpleaños. Un niño en edad escolar puede estar de mal humor si va a la escuela, luego recibe clases particulares después de la escuela y luego una lección de natación.
Los niños sobreestimulados se cansan y pueden sentirse abrumados. Cuando esto sucede, necesitan un momento de tranquilidad y un ambiente familiar y tranquilo.
Signos de sobreestimulación.
Si su recién nacido o bebé está sobreestimulado, podría:
- Estar de mal humor o cansado
- Llora más
- Parece molesto y no quiere mirarte
- Moverse de forma brusca
- Aprieta los puños, agita los brazos o patalea.
Si su niño pequeño o niño en edad preescolar está sobreestimulado, podría:
- Parecen cansados, de mal humor y molestos.
- Lloran y no pueden usar palabras para describir sus sentimientos.
- Tirarse al suelo con lágrimas o enojo
- Decirte que ya no quiere hacer una actividad particular
- Rehusar hacer cosas simples como ponerse el cinturón de seguridad.
Equilibrar el tiempo de actividad con el de tranquilidad
En los primeros cinco años de vida, el cerebro de su hijo se desarrolla más rápido que en cualquier otro momento de su vida. Las experiencias tempranas de su hijo (las cosas que ve, oye, toca, huele y saborea) estimulan su cerebro, creando millones de conexiones.
Esto significa que su hijo necesita un entorno estimulante con muchas actividades diferentes que le ofrezcan muchas maneras de jugar y aprender, y muchas oportunidades para practicar lo que está aprendiendo.
Pero esto no significa que tenga que pasar todo el día colocando juguetes frente a su bebé, o que tenga que llevar a su hijo de la escuela a muchas actividades extracurriculares. Los bebés y los niños pequeños también necesitan un momento de tranquilidad en entornos predecibles y familiares.
Su hijo se beneficiará si se entretiene tranquilamente, explorando su entorno a su manera y a su propio ritmo. Permita a su hijo que aprenda a ocuparse y encontrar cosas que hacer para sentirse mejor.
Encontrar la cantidad correcta de estimulación
No hay una respuesta «correcta» a cuánta estimulación es demasiada, porque cada niño es diferente. Diferentes niños pueden hacer frente a diferentes cantidades de emoción. Algunos niños hacen frente a ambientes estimulantes mejor que otros.
Deje que su hijo sea la guía y recuerde que la moderación es lo mejor.
Para los bebés y niños pequeños ,una buena idea es darle algo de tiempo cada día para que juegue o descanse tranquilamente, aparte del tiempo para dormir.
En edad escolar probablemente se beneficiará más de una o dos actividades extracurriculares en las que está realmente interesado. El deporte, la música y otros… pueden ser una forma fantástica de desarrollar habilidades, hacer nuevos amigos y buscar intereses. Pero demasiado tiempo dedicado a las actividades organizadas después de la escuela puede significar que su hijo pierda el tiempo para relajarse y entretenerse.
La habilidad de ocuparte y no aburrirse es una habilidad importante para la vida. Al alentarlo, ayuda a su hijo en su viaje hacia convertirse en un adulto independiente.
Cómo lidiar con la sobreestimulación
Bebés: lidiando con la sobreestimulación
Cuando vea que su bebé está abrumado, llévelo a un lugar tranquilo donde pueda calmarse, por ejemplo, su cuna. Si sales con tu niño, puedes ponerlo en el cochecito y cubrirlo con una envoltura ligera o una manta.
Envolver a los recién nacidos y los bebés puede ayudarlos a calmarse porque reduce las sensaciones físicas. También es posible que a su pequeño le resulte relajante llevarlo junto a su cuerpo en un cabestrillo o algo similar, mientras realiza sus actividades diarias.
Niños pequeños y preescolares: lidiando con la sobreestimulación
Aquí tiene algunas ideas para manejar a su niño pequeño o preescolar cuando se siente sobreestimulado:
- Intenta mantener la calma, tu misma. Esto ayudará a su hijo a calmarse.
- Reduzca el ruido y la actividad alrededor de su hijo. Por ejemplo, apague la televisión o la radio y llévelo a su habitación, o que pase un tiempo cerca de usted (si necesita estar cerca de usted para relajarse).
- Ayude a su hijo a poner en palabras los sentimientos que expresa a través del comportamiento. Por ejemplo, podría decir: ‘Puedo ver que estás molesto’, ‘ te sientes confundido y abrumado’.
- Siéntese tranquilamente con su hijo y elija una actividad tranquila y calmante. Podrías leer una historia, acostarte con él, cantar algunas canciones suaves o simplemente acariciarle la espalda. Cuando esté tranquilo, dale algo de tiempo para que se ponga a jugar solo.
- Si su hijo dice que no quiere hacer una actividad en particular, vea si puede averiguar qué es lo que no le gusta de esa actividad . Es mejor hablar con él/ella más tarde, cuando esté tranquila.
- Si observa problemas de conducta porque su hijo está sobreestimulado casi siempre es útil abordarlos cambiando el entorno .
Niños en edad escolar: lidiando con la sobreestimulación
A esta edad, los niños pueden comenzar a calmarse. Aquí hay algunas ideas que podrían ser útiles:
- Sugiera a su hijo que vaya a un lugar tranquilo si está cansado o irritable. Por ejemplo, a leer o escuchar música tranquila en su habitación.
- Hable sobre las actividades que le parezcan más interesantes o valiosas. Es posible que deba pensar en dejar de ir a algunas .
- Busque estrategias de atención plena para su hijo. Es posible que pueda encontrar algunas que usted y su hijo podrían practicar juntos.
- Su hijo necesita suficiente tiempo durante la semana para hacer la tarea, pasar tiempo con la familia, socializar con amigos y estar solo.
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