Dinámica para motivar e incentivar el deseo de utilizar los números.
Conviene desarrollar el interés y la curiosidad con respecto a los números lo más temprano posible. Situaciones que se repiten casi cotidianamente en el aula pueden permitir el uso de la enumeración y la lectura de los números, por ejemplo: nombrar la asistencia, determinar los alumnos ausentes, utilizar calendarios, etc.
Situaciones ocasionales donde hay que organizarse para buscar cierto material o realizar distribuciones, también animan al uso de los números.
Los cantos numéricos, los juegos con cartas y con dados que organice intencionadamente el maestro, pueden ayudar a memorizar la serie oral y a dominar el conteo y por lo tanto permitir la mejora de estos poderosos instrumentos para la resolución de situaciones.
El “juego del tesoro” puede realizarse en varias etapas.
Organización de la clase:
– Los niños se reparten en grupos de 6 integrantes.
– Un niño del grupo es el coordinador.
Material:
– Para toda la clase: una caja grande para guardar tesoros.
– Para cada grupo: dos dados y un conjunto importante de objetos que sean atrayentes para los chicos (caracoles, bolitas, piedritas…) en una gran caja.
– Para cada alumno: una cajita por niño que se pueda cerrar.
Desarrollo:
El maestro explica la situación a los niños, que se encuentran reunidos alrededor de él, a partir de un cuento o historieta:
“Hoy traje una gran caja llena de preciosas piedras. Para que vosotros las tengáis lo que tienen que hacer es tirar los dados, decir qué número sacaron y pedirle al gestor esa cantidad de piedras (tantas como puntos tengan las caras de los dados que tiraron). Cada uno ordenará sus piedras dentro de su caja y le colocará su nombre. Ese será su tesoro”.
En cada grupo, el maestro designa un “coordinador” que va a ser el encargado de entregar el número de piedras pedido. Cada niño a su turno:
– Lanza los dos dados simultáneamente;
– Busca cuál es el total de sus puntos;
– Pide al coordinador el número de piedras que le corresponde;
– Verifica el número de piedras recibidas y las coloca en su caja: ese es el valor de su tesoro inicial.
Los niños trabajan, comentan, comparan sus ganancias y los procedimientos efectuados para obtenerlas.
La elección del coordinador quedará a cargo de la maestra en una primera instancia y luego los niños en forma rotativa dirán quién puede ser coordinador. Es todo el grupo el que verifica el pedido realizado al coordinador y lo que éste entrega a cambio.
Al final de la jornada, la maestra propone a sus alumnos, guardar sus tesoros en una gran caja.