EL ZORRO SIN COLA


Un zorro que había quedado atrapado en una trampa, logró finalmente, y después de muchos tirones dolorosos, escapar. Pero tuvo que dejar su hermosa y espesa cola detrás de él.

Durante mucho tiempo se mantuvo alejado de los otros zorros, porque sabía  que todos se burlarían de él y le harían bromas y se reirían a sus espaldas. Pero era difícil para él vivir solo, y por fin pensó en un plan que tal vez lo ayudaría a salir de sus problemas.

Llamó a una reunión a todos los zorros, diciendo que tenía algo de gran importancia que contarle a la tribu.

Cuando todos se reunieron, el zorro sin cola se levantó y pronunció un largo discurso sobre los zorros que habían sufrido daños debido a sus colas.

Este fue atrapado por perros cuando su cola se enredó en el seto. Ese no había podido correr lo suficientemente rápido debido al peso de los pelos. Además, era bien sabido, dijo, que los hombres cazan zorros simplemente por sus colas, que cortaban como premios de  caza. Con tal prueba del peligro y la inutilidad de tener una cola, dijo el Maestro Zorro, aconsejaría a todos que la corten, si valora la vida y la seguridad.

Cuando terminó de hablar, un viejo zorro se levantó y dijo sonriendo:

«Maestro Zorro, por favor, date la vuelta por un momento y tendrás tu respuesta».

Cuando el pobre Zorro sin cola se dio la vuelta, surgió una tormenta de abucheos y gritos, que vio lo inútil que era tratar de persuadir a los zorros para que se separaran de sus colas.

No escuches el consejo de aquel que busca bajarte a su propio nivel.


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