Cuento de la viejecita

[vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column css=».vc_custom_1502529981371{margin-top: 0px !important;padding-top: 0px !important;padding-right: 35px !important;}» offset=»vc_col-lg-9 vc_col-md-12″][vc_column_text]dibujo de ancianaLa viejecita titiritaña

Una viejita titiritaña
vivía en su casa de la montaña
con cinco nietos que la mimaban
y un gato blanco que ronroneaba.

Sus tres bisnietos bien la querían
le daban besos, la consentían
y por las noches, mientras dormía
todos sus postres los engullían.

Titiritaña,
patas de araña,
salta la cuerda con una caña.

Infla los globos de los festines
parada -siempre- en sus dos patines.
Es tan alegre la viejaraña
que no se enfada cuando una extraña
a ella le dice:

«¡Hola!, viejita titiritaña

¿Por qué hace tiempo que no se baña?»

Y la buenaña

que hace cien años que no se baña
responde ufana y con mucha gana:

Ya por mi ducha no sale agua
la espuma de algas está muy cara
y, «pa» el enjuague no queda nada.

Así, sus nietos y sus bisnietos,
entre perfumes de feos ungüentos,
comen sus tartas y chocolates… La viejecita
Pues los aromas de mal aliento
a otros lugares los lleva el viento.
Fuente:Ines B.

Cuentos[/vc_column_text][/vc_column][vc_column el_class=»sidebar» css=».vc_custom_1502529975397{margin-top: 35px !important;margin-bottom: -35px !important;padding-right: 15px !important;padding-left: 15px !important;}» offset=»vc_col-lg-3 vc_col-md-12″][vc_widget_sidebar sidebar_id=»sidebar1″][/vc_column][/vc_row]

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