En un momento todos los niños pequeños son adorables y en un instante se ponen violentos y hacen berrinches agresivos. La actitud agresiva en los niños pequeños puede ser molesta, preocupante y también vergonzosa cuando ocurre en público. Pero, ¿cuál es la causa detrás de la agresividad en los niños pequeños y cómo lidiar con ella? Aquí tiene algunas sugerencias sobre la agresión en niños pequeños, cómo manejarla y cómo prevenirla.
¿Es Normal Algún Comportamiento Agresivo En Los Niños Pequeños?
Sí. Los expertos afirman que la agresión es parte del proceso normal de desarrollo en niños pequeños . La agresión se usa como un medio de comunicación antes de que se establezcan las habilidades verbales. La agresión de un niño pequeño generalmente comienza a la edad de 17 meses y tiende a alcanzar su punto máximo entre 18 y 24 meses.
Además, los niños pequeños pueden comenzar a tener berrinches alrededor de 18 meses de edad . Y para cuando cumplan dos años, es probable que los pequeños también muestren un comportamiento desafiante . Afortunadamente, los expertos afirman que la agresión no dura después de los cuatro y cinco años. ¿Pero cómo manejarías un comportamiento agresivo mientras tanto? Descúbrelo a continuación…
Maneras De Reaccionar A La Agresividad De Un Niño
La reacción ideal al comportamiento agresivo de un niño pequeño consiste en múltiples pasos. Esto es lo que puede hacer cuando su niño se comporta agresivamente:
1. Mantén la calma
- No le grites al niño. En cambio, mantén la calma y dile qué debe hacer y qué no debe hacer.
- Algunos ejemplos de lo que puedes decir son: “Herirás a tu hermano si lo muerdes. Di por favor y pídele el juguete « y » Sé que quieres el postre. Pero lo conseguirás, y todos podemos comerlo juntos después de la cena.
- Un tono bajo se considera ideal al hablar con un niño que acaba de mostrar agresividad. También debe usar el contacto visual directo .
- Use palabras simples pero fuertes como «Para» y «No», y dígalas con gestos, pero sin ninguna agresión de su parte.
- Es probable que golpear al niño refuerce el comportamiento agresivo y lo haga más rebelde. Lo más importante, les enseña que está bien golpear a alguien. El niño puede imitar la acción golpeando a otra persona. Por lo tanto, es esencial que los padres mantengan la calma.
2. Entender el desencadenante
- Reúna lo que ve y reconozca el desencadenante de la agresión. Por ejemplo, ¿su hijo se vuelve agresivo cuando alguien le quita un juguete o cuando hay ciertas personas cerca?
- Si no está seguro de cuál es el desencadenante o desea confirmarlo, haga preguntas sencillas a su pequeño. “¿Estás enfadado porque tu hermano se llevó el juguete?” ¿Quieres jugar más?
- Preguntas como estas estimularán al niño a pensar y le darán algo de tiempo para calmarse.
3. Retirar y distraer
- Si el niño está rebelde y no responde a la comunicación verbal, retírelo de la situación. Dígale que se tome un descanso de la actividad o que cambien a las personas que los rodean. Por ejemplo, si se ponen agresivos mientras juegan con sus hermanos, puede decirles que jueguen solos o con sus padres por un tiempo.
- La distracción funciona bien con los niños pequeños, no importa cuán tonto o simple sea. Por ejemplo, cada vez que el niño grita, muéstrele algo así como un pájaro volando o un automóvil acercándose para que se quede quieto por unos segundos.
- También puede usar cualquier otro método que conozca para distraer de inmediato al niño del tema que causó la agresión.
4. Pasen un tiempo juntos
- Una vez que el niño se haya calmado, puede considerar darle un tiempo de espera. Un tiempo de espera es una buena manera de hacerle saber al niño que ha hecho algo mal. Pero, es ideal para los padres estar con el niño pequeño para que no parezca tan duro.
- Lleve al niño fuera de la situación y a un lugar donde no haya distracciones; como otra habitación en la casa o un rincón tranquilo en el jardín.
- Con calma, explique que lo que hicieron estuvo mal en un tono bajo. Use palabras y ejemplos que el niño pueda entender.
- Use un tiempo de espera para la discusión. Esté abierto a lo que el niño tiene que decir y escúchelo pacientemente. Puede darle una idea de la causa subyacente de la agresión del niño.
Los pasos anteriores para el manejo de la ira ayudarán al niño a calmarse después de un ataque de agresión. Pero lidiar con la agresión del niño puede ser un desafío y prevenir los arrebatos es mejor que corregir el comportamiento.
¿Qué Causa La Agresividad En Los Niños Pequeños?
Las habilidades sociales y lingüísticas limitadas generalmente hacen que un niño pequeño sea agresivo. Su incapacidad para articular su frustración generalmente conduce a la agresión. A continuación, enumeramos algunas de las cosas que pueden desencadenar la agresión en los niños pequeños:
- No obtener lo que quieren: los niños pequeños pueden volverse agresivos cuando no obtienen lo que creen que les pertenece. Por ejemplo, si el hermano de un niño pequeño les quita el juguete, el pequeño reacciona con agresividad. El niño muerde, golpea y empuja al hermano, o tira de su cabello. La agresión, en este caso, se debe a la falta de habilidades sociales para negociar una tregua .
- Una mezcla de ira y tristeza: es bastante común que los niños pequeños se pongan agresivos cuando están enfadados y tristes al mismo tiempo. Por ejemplo, el niño puede ponerse agresivo cuando mamá lo deja en la guardería. Lloran y se golpean las piernas para expresar su desaprobación de que su madre se vaya. En un frenesí, el niño puede incluso golpear o pellizcar a un cuidador u otro niño que se le acerque.
- Situaciones estresantes: los niños pequeños pueden usar la agresión para lidiar con el estrés. Un ejemplo es estar abrumado por el exceso de estímulos sociales, como en una reunión familiar o una reunión pública. Otros factores desencadenantes podrían ser calor excesivo, aburrimiento, hambre, una transición de una actividad a otra y mudarse a un nuevo vecindario.
- Temperamento y aprendizaje social: no hay dos niños pequeños iguales. Algunos , como aquellos con dolencias mentales, pueden tener una mayor predisposición hacia un comportamiento agresivo. Es probable que los niños que ven a los padres comportarse agresivamente imiten el comportamiento en situaciones sociales.
La mayoría de los padres experimentan al menos algunos arrebatos agresivos de niños pequeños. Pero no todos los arrebatos pueden parecer irrazonables, y puede preguntarse si realmente es algo malo.
¿Cómo Prevenir La Agresividad En Los Niños Pequeños?
Aquí tiene diez sugerencias que puede hacer para prevenir la agresión en los niños pequeños.
- Establezca reglas y límites: establezca reglas sobre cuánto tiempo puede jugar el niño y con qué juguetes. Enséñeles límites: qué pueden hacer y qué no pueden hacer para expresarse cuando están molestos. Dígales que bajo ninguna circunstancia pueden golpear objetos o golpear a alguien. Las reglas ayudan a mitigar las posibilidades de que el niño se vuelva rebelde.
- Muestre las consecuencias: familiarice al niño con los eventos que ocurren como resultado de su agresión. Algunos ejemplos son: “Golpeaste a Juan en el parque. Se sintió herido y lloró. Ahora se siente triste y no quiere jugar contigo. ¿Eso te entristece? ” , “ Rompiste el juguete con ira y ahora no tienes un buen juguete para jugar ”. Ver los resultados puede ayudar a disuadir la agresión del niño.
- Tenga una reacción constante: es esencial tener la misma respuesta cada vez que el niño se vuelve agresivo. La coherencia evita que el niño reciba un mensaje mixto. El pequeño se da cuenta de que la agresión siempre está mal, sin importar cuál sea la situación.
- Enseñe métodos para hacer frente a los factores desencadenantes: enseñe al niño a lidiar con situaciones sin tener un estallido de mal humor. Por ejemplo, dígales que hablen cortésmente con la persona ( “¿Puedo recuperar mi juguete?” , “Por favor, no me empujen mientras estamos jugando” ). También puede enseñarle al niño a salir de la situación si fuese necesario.
- Dé opciones: ofrece alternativas adecuadas al niño para crear una sensación de control en ellos. Por ejemplo, si su pequeño está teniendo un berrinche sobre jugar cuando es hora de acostarse, dele la opción de escuchar un cuento antes de acostarse seguido de luces apagadas. Dales la libertad de elegir cualquier libro que quieran leer para que sientan que es su decisión de leer. Este es un beneficio mutuo para el niño y los padres.
- Cree un ambiente propicio: cree un ambiente en el que sea menos probable que se desencadene la agresión. Si su niño pequeño se abruma y es agresivo cuando juega en grupos, entonces déjelo jugar con solo uno o dos niños. Si su pequeño siempre se pelea con un primo agresivo, manténgalo alejado el uno del otro. A veces, evitar el desencadenante es todo lo que se necesita para prevenir la agresión en el niño.
- Prepárelos para el cambio: los cambios repentinos pueden ser abrumadores para los niños pequeños. Preparar a los hijos para diferentes situaciones puede prevenir una reacción agresiva más tarde. Por ejemplo, si está en el parque y es hora de irse, dígale a su hijo que todos se irán en los próximos 20 minutos. Recuérdeles dos o tres veces después de la primera vez. Decirles mucho antes del evento les da tiempo suficiente para procesar la información y aceptarla.
- Establezca modelos positivos: los niños pequeños imitan lo que ven. Aprenden el comportamiento agresivo cuando ven que un padre o tutor o un personaje de televisión o juego es agresivo. Por lo tanto, tenga cuidado con la forma en que los rodea y también vigile el tipo de programas de televisión o juegos que están viendo. Luego puede decirles cómo su héroe / padre / abuelo favorito nunca golpea a nadie cuando está enojado y en su lugar habla con calma.
- Proporcione una salida: todos necesitan una forma de desahogar su frustración. Los niños pequeños no son una excepción y necesitan desahogar su molestia, a veces físicamente. Si sientes que el niño necesita liberar la ira o la molestia acumulada, entonces dale ideas productivas como saltar rápidamente, hacer sentadillas, golpear el aire en silencio, correr en una pista y bailar enfadado.
- Elogie el refuerzo positivo: los elogios constantes también son una parte importante de la prevención de la agresión del niño. Utilícelo cada vez que el niño resuelve una situación amigablemente. Dígales cuán bien se comportaron y cuán orgulloso está de su comportamiento.
Siga estos pasos constantemente para regular y, en última instancia, prevenir la agresión en los niños pequeños. Pero sepa que es posible que no siempre sea capaz de controlar o controlar su agresión, lo que a veces puede hacer que se pregunte si es incluso normal.
¿Cuándo Preocuparse Por La Agresividad Del Niño?
Busque ayuda profesional si constantemente nota lo siguiente cuando un niño pequeño es agresivo.
- Su niño pequeño ataca agresivamente a un adulto o un niño, dejándolo con mordiscos brutales y otras lesiones. El niño pequeño también puede desahogar su ira sobre un objeto: tiende a romper juguetes u objetos frágiles en la casa.
- El niño tiene un estallido violento y agresivo al menos una vez en un mes.
- Siguen siendo violentos, incluso después de causar lesiones graves a alguien.
- Su agresión les hace imposible ir a la escuela o la guardería sin el riesgo de que dañen a los otros niños allí.
- Los maestros y otros padres nunca dejan que otros niños jueguen o se sienten con el niño, ya que se lo considera «peligroso».
El período durante el cual el niño muestra agresividad puede determinar significativamente si la causa es un problema psicológico. Por lo general, si el niño muestra incidentes de agresión durante seis meses y más, entonces podría estar relacionado con un problema de comportamiento subyacente . En tales situaciones, es esencial buscar la ayuda de un psicólogo.
¿La Agresividad De Un Niño Requiere Tratamiento?
No no siempre. Es posible que necesite ver a un psicólogo solo si nota resultados adversos de la agresión de su hijo. Los siguientes puntos explican la agresión anormal del niño y su tratamiento:
- Es bastante común que un niño pequeño tenga varios episodios de pisotones, golpes y empujones en una semana. Estos episodios suelen durar de cinco a diez minutos. Pero si el niño se vuelve loco por más de diez minutos, entonces podría ser un signo de un problema.
- La agresión destructiva podría apuntar a condiciones psicológicas como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otros trastornos asociados con el desafío. Ejemplos de agresión destructiva son lastimar gravemente a un padre o cuidador, y dañar irreversiblemente un objeto cada vez que se vuelve agresivo. La autolesión repetida, como una lesión en la cabeza debido a golpes violentos de la cabeza contra la pared o la mano, también es un signo de un problema de comportamiento significativo.
- Más de cinco rabietas en un día, todos los días, durante varios días al mes también es un signo de un problema .
Tenga en cuenta que los síntomas anteriores no necesariamente significan que el niño tenga un problema. Es mejor dejar que un psicólogo diagnostique el problema, ya que las rabietas agresivas son muy comunes en niños menores de cuatro años .
Los niños pequeños generalmente aprenden a calmarse y comprender las formas de combatir la agresión con la ayuda de los padres. Te sorprenderá cómo tus esfuerzos constantes de prevención harán maravillas para mantener bajo control la agresión del pequeño.
¿Tienes algo que compartir sobre la agresión en los niños pequeños? Háganos saber en la sección de comentarios a continuación.
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