Ser un líder efectivo significa tener siempre un plan de acción: una visión del futuro para trabajar y un conjunto de estrategias para lograr los objetivos a corto y largo plazo. Sin una buena planificación, la mayoría de los líderes fracasarán en sus roles y no podrían proporcionar un buen liderazgo a sus equipos y organizaciones.
Tener visión …
Uno de los atributos clave de un líder efectivo es la capacidad de tener una visión clara de las metas y objetivos futuros, de saber exactamente hacia dónde se dirige el equipo u organización y en qué plazo. Sin visión, es casi imposible formar un plan estratégico. Aquí hay cuatro cosas a considerar al formar un plan estratégico:
¿Dónde estoy ahora? (auditoría interna)
¿Dónde puedo crecer? (investigación)
¿A dónde va la organización? (visión para la organización)
¿Dónde quiero crecer? (visión personal)
Planificación táctica
Además de tener un plan estratégico, que se centra en una visión del futuro, también es importante tener planes tácticos, que se centren en el «ahora». Los planes estratégicos miran hacia adelante; Proporcionan pautas para el crecimiento y cómo superar las brechas en el futuro. Los planes tácticos están orientados hacia el presente y enfocados en las brechas actuales en el desempeño y cómo superarlos. Su objetivo es proporcionar estabilidad en el «ahora» para que el cambio pueda tener lugar y promover el crecimiento en el futuro.
Buena planificación y liderazgo
El primer paso en la planificación debe ser una buena sesión de lluvia de ideas con todas las personas involucradas en un proyecto. Esto no solo proporciona la mejor combinación de aportes e ideas útiles, sino que también brinda a todos los miembros del equipo un sentido de pertenencia en el proyecto y un sentimiento de ser parte de la solución. Las cosas a considerar en la sesión de lluvia de ideas pueden ser entre otras:
¿Cuáles son todos los ingredientes necesarios para completar con éxito el proyecto?
Y
¿Cuáles son todos los posibles obstáculos que podrían obstaculizar o hacer que el proyecto fracase?
Como líder del equipo, es su responsabilidad mantener una mente abierta y escuchar con atención las contribuciones y los juicios de todos los miembros del equipo. Luego, trabaje junto con el equipo para considerar todos los obstáculos y desafíos posibles para el éxito, así como también qué acciones podrían tomarse para evitar cualquier obstáculo.
Dedique tiempo a hacer un plan detallado que incluya: quién, qué, cuándo, dónde, cómo y por qué. Piense cuidadosamente sobre preguntas como:
. ¿Quién hará qué?
. ¿A quién involucra?
. ¿Cuando se inicia? y ¿Cuando termina?
. ¿Dónde tendrá lugar?
. ¿Cómo se llevará a cabo?
. ¿Por qué debemos hacerlo?
. ¿Qué pasará si no lo hacemos?
Aquí es clave emplear sus habilidades organizativas al máximo, definiendo y organizando sistemáticamente cada tarea en el proyecto. La organización implica crear una estructura y mantener las condiciones para que los planes se ejecuten de manera efectiva. Se puede dividir en varios pasos, siendo algunos de los más importantes:
Determinar las tareas requeridas
Esto se puede hacer a través de la «planificación hacia atrás» cuando cada objetivo del plan se considera individualmente y todos deciden qué se debe hacer para alcanzarlo. En otras palabras, comienza desde el punto final del proyecto y regresa al presente para determinar qué debe hacerse para llegar al punto final. Al hacer las cosas de esta manera, le ayuda a mirar el panorama general primero y establecer una secuencia lógica para que las cosas sucedan.
Estructurar la lista de tareas
Una vez que haya proporcionado todos los detalles, como las necesidades, los suministros, el soporte, el equipo, la coordinación, etc., y los haya organizado en categorías, puede establecer una estructura para llevar a cabo las tareas. La forma más sencilla es crear una lista de «tareas pendientes» para cada categoría y estas listas de verificación ayudarán a garantizar que las cosas progresen según lo planeado.
Priorizar y asignar las tareas
Recuerde, incluso con un equipo grande, no puede hacer todo simultáneamente: ciertas tareas siempre son más importantes que otras y deben completarse antes de que otras puedan comenzar. Por lo tanto, es vital establecer prioridades y asignar trabajos específicos a miembros específicos del equipo. También es útil desarrollar un sistema de verificación cruzada entre ellos, para garantizar que cada tarea se complete en su momento y que las personas no pierdan el tiempo esperando a otros.
No olvide pensar en los recursos en su planificación: no tener los recursos necesarios y no asignarlos adecuadamente puede ser uno de los mayores obstáculos para que un proyecto avance con éxito.
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